Alejandra vivía, allá por el 2008, en una situación de extrema precariedad. Tiene problemas de salud, y las condiciones de vivienda en las que se encontraban ponían incluso en riesgo su vida. Por suerte, la comunidad de Nuestra Señora del Huerto la ayudó a salir adelante. La acompañaron en su proceso de mudarse a un lugar mejor, lo que incluso mejoró su estado de salud. Desde entonces, ha logrado salir adelante, y vivir más dignamente.
Hace algunas semanas, el programa Un Sueño, en colaboración con la empresa RECMIL, le llevaron donaciones para que pudiera arreglar su casa. Se le donaron maderas y chapas, que le hacían falta para que su vivienda mejorara notablemente.
Alejandra es sólo un ejemplo más de que, si distintas aristas de la sociedad aúnan sus esfuerzos con compromiso social, la realidad puede cambiar.